Sustentabilidad agrícola y ambiental, energía, nuevos alimentos y políticas públicas fueron los temas centrales de la primera semana del XXIX° Congreso Aapresid, “Siempre vivo, siempre diverso”

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Los paradigmas de la agricultura sustentable; el uso de productos biológicos en cultivos extensivos; maíces tempranos en ambientes de alto potencial; gases y biocombustibles; la carne artificial en sus aspectos nutricionales y ambientales; las brechas de carbono, y las políticas públicas en función de sistemas siempre verdes fueron algunos de los temas más destacados en la primera semana (11 al 13 de agosto) del Congreso Aapresid 2021, que se cerrará esta semana, del 17 al 20 de agosto. Seguirá siendotransmitidoen vivo porstreaming, porla plataforma web Aapresid Comunidad Digital. El encuentro, organizado anualmente por la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid),tendrá también esta semana contenidos de interés general, abiertos a todo público, dentro del espacio Quo Vadis Argentina (QVA), con una charla diaria y un cierre especial el viernes 20, de 8:30 a 12:30.El cronograma completo de la segunda semana del Congreso Aapresidestá disponible enwww.aapresid.org.ar/index/congreso

Aquí, un resumen de lo más destacado de la primera semana del Congreso, incluida la participación de la Regional Bahía Blanca-Ricardo Ochoa.

Agricultura sustentable: lo convencional, lo alternativo y la ciencia

            El Ing. Agr. Víctor Sadras (UBA), Ph. D. Agronomy and CropScience de la Universidad de Melbourne, investigador en Ecofisiología de Cosechas en el Instituto de Investigación y Desarrollo del Sur de Australia y profesor de la Universidad de Adelaida, en ese país oceánico, habló de los retos globales que enfrenta la agricultura en las próximas tres décadas, desde la producción, la rentabilidad, la sociedad y sus demandas, entre otros aspectos. Planteó que la sustentabilidad no es un concepto estático, sino que está en plena evolución y que “hay que pasar de la sustentabilidad de escritorio a la real, con indicadores y datos”.

Se refirió a la “danza” entre lo convencional y alternativo: en términos de sustentabilidad, pasar de un sistema A o B “puro” no es útil. Explicó que una aproximación más provechosa es proceder de manera agnóstica, y no entrar en polémicas sobre si el sistema es agroecológico, transgénico, o el que fuere. No hay soluciones óptimas en la agricultura. “Las decisiones de los agricultores pueden optimizarse en el papel, pero no en el mundo real. Si nos basamos en un modelo específico de agricultura estamos restringiendo el panorama”, concluyó

Experiencia de uso de productos biológicos en cultivos extensivos

            Luiz Gustavo Floss, del Grupo Floss, brindó detalles de las dos últimas décadas en la producción de soja, mostrando la creciente adopción del uso de biológicos. Alrededor del 5% del área cultivable del Sur de Brasil y 10% en la zona de Mato Grosso se ha volcado al uso de ese tipo de productos, especialmente Azospirillum, registrándose incrementos de rendimiento de entre 60 y 180 kg/ha.

“Para estos productos debemos mostrar investigación, y cómo mejoran la productividad, la nutrición y la sanidad de los cultivos. Si el productor puede comprobar que a mediano plazo tiene todas esas mejoras, va aumentando el uso de los biológicos”, citó Floss.“En el futuro, la base de la producción será con biológicos. Y no es que esté en contra del uso de químicos, pero deben ser para complementar lo biológico y no a la inversa”, explicó. En Brasil,se ha incrementado hasta 25% de uso de estos productos que llegarán a 40% en los próximos años.

Arreglo espacial para maíces tempranos en ambientes de alto potencial

La Chacra AapresidJustiniano Posse, Córdoba, tiene entre sus objetivos adaptar estrategias de manejo que permitan aprovechar al máximo la potencialidad de los ambientes con napa de la zona.

En las últimas campañas, ensayaron el impacto del acortamiento de la distancia entre hileras a 40 y 35 cm como estrategia para maíz en ambientes, como los de la zona, de alto potencial. Respecto del control de malezas, los resultados muestran que achicar hileras adelanta el momento del cierre del surco, lo que permite tener parcelas limpias de malezas difíciles, un problema cada vez más grave.

En cuanto al rendimiento, acortar el distanciamiento no afectó esta variable, pero sí generó plantas más altas, lo que provocó problemas de vuelco, quebrado de plantas y aparición de enfermedades en lotes donde hubo viento o lluvias.

Gases, biocombustibles y política: Una mirada al futuro

Víctor Accastello, director de ACA Bio; Fabio Quetglas, diputado nacional de la UCR en Juntos por el Cambio, por la Provincia de Buenos Aires, Jorge Hilbert, especialista en innovación y energías renovables del INTA, y Fernando Vilella, director del Programa de Bioeconomía de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA), compartieron sus visiones sobre cómo convertir recursos de la fotosíntesis en combustibles, aportando a una energía limpia.

Accastello expresó que “el etanol le importa al productor de maíz porque al haber más demanda puede obtener mayor precio” y “el bioetanol le importa a la Argentina porque ahorra 75% de emisiones, y con eso se pueden cumplir los compromisos y metas fijadas en tratados internacionales”, respecto de las bajas de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

            Para Fabio Quetglas, es importante pensar en la relación entre la energía y el desarrollo. “En Argentina hay una cantidad importante de fuentes de energía diversa”, dijo, pero lamentó que desde el Gobierno “no se vea eso como un potencial”.

            En tanto, Hilbert adelantó que para 2050 el uso de la bioenergía crecerá, a nivel global, 62%, el uso de biocombustibles gaseosos 552% y el biometano pasará de representar 14% (actualmente) a 60%. En ese mismo lapso, se estima que el uso de biocombustibles líquidos crecerá 338%.

“La oportunidad de descarbonización y reducción de emisiones que pueden aportar los biocombustibles líquidos es significativo con una mínima inversión, y una generación de desarrollo de empleo distribuido federalmente en varias provincias”, agregó.

Por su parte, Vilella destacó que “los biocombustibles aparecen como una respuesta a la necesaria descarbonización de la economía del planeta”. Otro de los beneficios es la reducción de importación de hidrocarburos y lo que calificó como “un balance de divisas muy positivo, con generación de negocios adicionales”.

“El sistema productivo de Argentina tiene atributos para todos los productos de clase mundial en lo referido a menores huellas de carbono y de agua, en todas las mediciones hechas hasta el presente”. En esa línea, propuso sostener “un nuevo pacto verde propio, acorde con nuestros intereses y con el ambiente, pero solo sustentado en ciencia y no en creencias”.

RedES: El impacto delas decisiones de producción en el ambiente y la sociedad

La Red de Estudio de Sistemas (RedES) es un espacio de trabajo colaborativo entre Aapresid, CREA, el INTA y la FAUBA cuyo eje y motor es alcanzar la sustentabilidad de manera colectiva, generar conocimiento, comunicar y difundirlo.

Marcelo Arriola, (Aapresid), comentó que no era fácil individualmente como institución, responder a las problemáticas que enfrentan los productores, contemplando los ejes de la sustentabilidad. En tanto, Gustavo Martini (CREA) dijo que “estamos muy entusiasmados de formar parte de un proyecto interinstitucional en un tema tan relevante.

Por su parte, Alfredo Cirilo (INTA) aseguró que “trabajar las 4 Instituciones juntas es innovador”. Explicó que RedEs es un espacio colectivo-colaborativo de diálogo y consenso, que intenta conocer cuáles son las brechas de los principales indicadores de sostenibilidad en distintas regiones del país, para determinar y conocer esas limitantes y achicarlas.

Finalmente, Diego Ferraro (FAUBA) detalló la primera acción del proyecto: una encuesta nacional realizada en 2020, para conocer las prácticas agrícolasmás frecuentes, tanto en el aspecto productivo como el socio-territorial.

Carne artificial: aspectos nutricionales y huella ambiental

Gabriel Delgado, representante en Brasil del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), explicó que “hay cambios muy profundos que están ocurriendo en la sociedad y en el mundo” y que “los sustitutos cárnicos van a convivir con la carne”, ya que “apuntan a confundir el sistema sensorial de los humanos, para percibir gusto y textura a carne”.

Los fabricantes de carne artificial son empresas interdisciplinarias, que han tenido un crecimiento impresionante. Adelantó Delgado que “nuestro sector agropecuario se va a desarrollar en el marco de competencias y del ataque relacionado a muchos de estos productos”. Y explicó que al mismo tiempo que puede ser una oportunidad para aprovechar las demandas de un negocio floreciente.

La próxima reunión de la Global Summit -cumbre global para discutir los sistemas alimentarios y ambientales convocada por la ONU– será una oportunidad para mostrar que, aunque los sistemas de producción agropecuarios necesitan mejoras, no es necesaria una transformación total. “La ganadería sustentable tiene posibilidades y oportunidades enormes”, remarcó Delgado.

Cerrando las brechas de carbono en nuestros suelos

            Guillermo Peralta (Conicet) habló de las oportunidades para cerrar las brechas de carbono (C) en los suelos. Explicó que pequeños cambios en la capacidad de almacenaje de C del suelo -a través de prácticas de manejo adecuadas- tienen un gran impacto sobre el secuestro del dióxido de carbono (CO2), uno de los gases de efecto invernadero (GEI), siendo una de las estrategias más promisorias en la mitigación del cambio climático, dada su escalabilidad.

El secuestro de C en el suelo depende del balance de entradas y salidas de este nutriente. Los ingresos se dan vía incorporación de biomasa vegetal, exudados de raíces y biomasa microbiana, entre otros procesos. Los egresos, se producen por fenómenos como la erosión, la lixiviación y principalmente por la descomposición de los rastrojos y la mineralización de la materia orgánica. Se pueden identificar 3 niveles de C en suelo: el potencial, el alcanzable y el nivel actual o real. “Creemos que existen brechas entre los distintos niveles de C y que es posible acortarlas a través de diversas estrategias”, señaló.

Peralta adelantó la conformación de la Red de Brecha de Carbono, un proyecto liderado por Aapresid, organismos públicos y universidades, que tendrá como objetivos cuantificar estas brechas en las distintas regiones del país, identificar sistemas con mayor capacidad de secuestro, así como la incidencia de las distintas prácticas en estas brechas, generar mapas de distribución de brechas y crear una red de generación e intercambio de información.

Red de Maíz: estrategias para el sur de Buenos Aires

            La Red de Maíz del Sur de Buenos Aires de Aapresid es un proyecto que apunta a generar y difundir conocimiento sobre problemáticas que enfrentan los productores de esa región para ajustar el manejo de ese cultivo a los ambientes locales.

El coordinador técnico de la Red, Ing. Agr. Aníbal Cerrudo, de la Unidad Integrada Balcarce (UIB) INTA-Universidad Nacional de Mar del Plata (UNDMP), mostró lo que se está haciendo y cuáles fueron los resultados destacados sobre la elección de híbridos y densidades, como así también respecto del futuro de la Red.

Señaló que “una de las principales demandas de los productores es la elección del híbrido y para eso hay una tabla de ensayos comparativos de híbridos seleccionados por las mismas empresas. Otro tema es la densidad de siembra y, por último, aprender a hacer un mejor uso del agua, aspecto que muchas veces resulta ser más importante que el híbrido elegido o la densidad recomendada”.

Agregó que “los trabajos ponen foco, especialmente, en los maíces de segunda, estudiando la problemática de cada localización” de manera que “nos permitan intensificar el cultivo en el Sur de la provincia”, destacó.

Políticas públicas para fomentar sistemas siempre verdes

            Así titulada, esta conferencia abordó lo que distintas provincias realizan desde sus políticas públicas para favorecer la sustentabilidad y la conservación del suelo. De ella participaron, representando al Ministerio de la Producción de la Provincia de Santa Fe, la subsecretaria de Coordinación Agroalimentaria, María Eugenia Carrizo; el ministro de la Agricultura y Ganadería de la provincia de Córdoba, Sergio Busso; el de Desarrollo Agrario de la Provincia de Buenos Aires, Javier Rodríguez; y los de Producción de las provincias de Entre Ríos, Juan José Bahillo, y de La Pampa, Fernanda González.

            Respecto de la situación de los suelos agrícolas, los participantes coincidieron en que se encuentran en una situación delicada, con un 30% de la superficie en condición grave, debido a la erosión, y las provincias productivas afectadas -en mayor o menor medida- por problemas de degradación de suelo.

            Desde Santa Fe, María Eugenia Carrizo, destacó que la provincia tiene la ley 10.552 de Conservación y manejo de suelos, de adhesión voluntaria para los productores. Quienes lo hacen y presenten planes de manejo de suelo, se benefician con una exención impositiva. Para contribuir a un mayor nivel de adhesión se creó el Observatorio Santafesino de Suelos, que integra Aapresid, que “genera un espacio científico-tecnológico mediante una plataforma digital, donde los productores pueden cargar los planes de manejo y conservación”. Carrizo agregó que “están iniciando unos talleres de sensibilización de los productores, para explicar los alcances de la ley. Se incentiva la rotación de cultivos, los análisis de suelo y la fertilización orgánica e inorgánica, entre otras prácticas que propenden a la conservación”.

            Sergio Busso, desde Córdoba, comentó que esa provincia se trabaja en las Buenas Prácticas Agropecuarias. “La conservación del suelo, en Córdoba, es una política pública”, afirmó, destacando que han establecido que el propietario tiene la obligación de forestar 2% de su superficie. “Hay un cambio cultural en los productores”, valoró Busso, quien precisó que desde el gobierno provincial se los acompaña aportando equipamiento y compartiendo proyectos.

Javier Rodríguez, señaló que, en Buenos Aires se implementó un programa de Buenas Prácticas Agrícolas,focalizado en la aplicación de agroquímicos y la conservación del suelo. Para cumplir con estepunto, se exige a los productores presentar planes trianuales, a cambio de los cuales obtienen 10% de descuento en el Impuesto Inmobiliario Rural.

Agregó que conformaron la Mesa Provincial de Uso y Conservación del Suelo, que realiza prácticas y recomendaciones, fomentando las rotaciones y el uso de cultivos de cobertura. También está vigente un plan de impulso a la actividad forestal y un programa de incentivo a las producciones silvopastoriles, y a la generación de barreras forestales. Además, Buenos Aires impulsa también un programa de agroecología.

Desde Entre Ríos, Juan José Bahillo comentó que en ese territorio “el 65% del suelo ha tenido un flagelo ambiental importante, con erosión que es consecuencia -entre otras cosas- de prácticas no conservacionistas”. De un 1, 7 M de ha cultivables, sobre las cuales en más de 2 M se realiza doble cultivo, “hay unas 700.000 ha con prácticas conservacionistas”, precisó. Para responder a la demanda social en este sentido, el gobierno provincial implementó el programa PASE -Productor Agropecuario Sustentable Entrerriano- incentivando rotación de cultivos, con un seguimiento por medio de análisis del suelo.

            Finalmente, Fernanda González destacó que La Pampa es una provincia ganadera-agrícola, con 14,6 M de ha, cuyo 35% corresponde a bosque nativo, razón por la cual se propende a la producción silvopastoril y otras alternativas de aprovechamiento sustentable. “La conservación del suelo es una política de Estado”, apuntó, con una ley que declara “de interés público” el uso sustentable del recurso suelo y las acciones públicas y privadas, tendientes a prevenir su degradación. En este sentido citó la creación del Consejo Asesor de Suelo, integrado por la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de La Pampa, el INTA, y entidades científicas y técnicas, entre ellas Aapresid, las cuales elaboraron un manual de Buenas Prácticas Conservacionistas.

Por otra parte, recordó que en 2010 se creó el registro de planes de manejo de cultivo de maní, controlado por el área de Agricultura del Ministerio de la Producción, cuyo objetivo es fomentar el sistema siempre verde, para evitar la degradación de los suelos, esencialmente por la erosión eólica. Finalmente explicó que la geografía de La Pampa exhibe una característica de bosque y monte o bosque y pastizal, que contribuyen a la no desertificación.

La Regional Bahía Blanca-Ricardo Ochoa, presente en el Congreso

Congreso Aapresid 2021: Cómo participar; contenidos gratuitos y arancelados

            Independientemente de que el XXIX°Congreso es de acceso libre para los socios de la entidad con su cuota al día y arancelado, con diversas modalidades, para los no socios,Aapresidofrece a todos los interesados la posibilidad de acceder en forma gratuita a 2 charlas, entre otros de sus contenidos. Para inscribirse en cualquiera de las modalidades hay que ingresar a www.aapresid.org.ar/index/congreso. En tanto, todas las charlas del espacio Quo Vadis Argentina(QVA), son de acceso libre y gratuito.

Dosintegrantes de la Regional Bahía Blanca expusieron en sendas presentaciones durante la primera semana del Congreso Aapresid.Magalí Gutiérrez, gerente técnica del proyecto Chacra Aapresid, Valles Irrigados del Norte Patagónico (en NE de la Provincia de Río Negro, en la latitud 40°, a orillas del río homónimo), disertó sobre Agricultura generativa: de jarillas y chañares a sistemas de alta producción.Explicó que los productores llegaron a la zona con el objetivo de desarrollar sistemas productivos bajo riego con proyección de escala. “Se trata de una zona con niveles de radiación y temperatura muy beneficiosos para los cultivos, y donde el río Negro ofrece agua en cantidad y calidad”. Como contraparte, los suelos son deficientes: tienen escaso desarrollo, poca materia orgánica y fertilidad, y tampoco había desarrollo de tecnología ni de conocimiento adaptado. El proyecto apuntó a desarrollar nuevos suelos a través de varios ejes: cultivos poli específicos, para crear coberturas abundantes y evitar el ascenso de sales, riego estival de alta frecuencia, sobre coberturas vivas con láminas bajas. “Así, logramos pasar de suelos que toleraban 1 vaca cada 15/20 ha a trigos de 8 a 10 t/ha, vicias de 6 t/MS/ha, sojas de 3,5 a 4,5 t/ha y maíces de 12 a 15 t/ha”, explicó Gutiérrez. Por su parte, Martín Dumrauf, expuso sobre Cultivos de servicio en el sudoeste bonaerense. Fue en un taller donde se mostraron experiencias en esa zona semiárida, evaluando distintas fechas de secado, como afecta esto la dinámica del agua, y del nitrógeno, y la cantidad de materia seca acumulada, tanto aérea como radicular, incluyendo también su uso como recurso forrajero. Además, se expusieron resultados de rendimiento de los maíces realizados sobre cultivos de servicio y márgenes brutos de los distintos tratamientos

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